Absurdo Pluscuamperfecto Subjuntivo


Azahares y azares
"La suerte de las flores es un olor espeso que las hace inolvidables"
Joaquín Doldán

Ingenua
Inocente
Enamorada.

Príncipe azul
de mis cuentos
de hadas.

Soñado
Idolatrado
Caballero.

Sobre un corcel
fuiste a buscarme
Subí encantada.

Podíamos todo:
volar por el cielo
caminar por el mar.

Avecinábase el
"Y fueron felices
Y comieron perdices".

Entonces llegó
aquel fatídico
negro día
cuando dijiste
ya no me querías.

¡Tonta creyente
de quimeras!
¡Cómo creí
La Divina Comedia!

El Director me asignó
el papel protagónico.
¡Exacto perfil!
La Tonta.

Me convertí
en actriz.
El resto
de mi vida
¡Tan sólo
eran papeles!

Papeles Blancos
Papeles Negros
Papeles Grises
y cada tanto
Uno de color
Fluorescente.

¡Y pensar
que contigo
teníamos papeles
de todos colores!

Ingenua
Inocente
Enamorada
Eran palabras
que mi diccionario
ya no tenía.

¿Otra vez permtir
mi corazón sangrar?
¡Que sangrara otro!

Tu vida transcurrió
Mi vida transcurrio
Un sabor amargo
se me aparecía
Cada vez
Te evocaba.

Pasaban los años
Y yo no lo creía
¡Algo más había!
¡Tu no me
habías mentido Amor!

Un día inesperado
Se nos desvelo
la triste certeza.

¡Entonces
todo
había sido
verdad!

Y nosotros
anduvimos
perdidos
abandonados
desanimados
impotentes.

¿Por qué
pasamos eso
si aquello
fue verdad?

¿Por qué
ellos nos
robaron las
ilusiones?

¡Y vivían de
las ganancias
de robar
felicidad ajena!

¡El peor de los delitos
es matar
el sentimiento de
los inocentes!

Mas todos
fueron exculpados
Y nosotros...
¡con nuestra historia
amputada!

Nunca sabremos
Si hubiéramos
sido felices
Y hubiéramos
comido perdices.

Porque si existe
una certeza
es el absurdo
del pretérito
pluscuamperfecto
modo
subjuntivo.

Anna Donner Rybak © 2011

Solo Palabras


"Stack Overflow"
Ya no queda espacio
Para ni un bit más

En la oscuridad de la noche
abrióse aquel caballo de madera
Ulises y los suyos atacaron
troyanos desprevenidos

Devinieron
Caos
Confusión
Duda
Y silencios
Parecía que aquel gusano
todo lo había entreverado

Una sutil miopía
velaba aquella memoria
era tan solo manchas
difusas
coloridas
eran tan solo manchas
¿donde estaban los contornos?
El gusano los había borrado.

¿Que haremos ahora
para restaurar todo
a su lugar y justa medida?
Existen sólo palabras,
desperdigadas,
inconexas,
perversas,
rótulos.

¿Cómo deshacer
lo que de uno
han hecho?

Tan solo quedan palabras,
quizá podría intentarse
arreglos
combinaciones
y permutaciones
de ene tomadas de a eme
de todas y cada una de ellas.

Algo nuevo se desvelaría,
alguna verdad oculta
a la luz saldría
no es un trabajo fácil
meses y años
juntando palabras sueltas
tratando de buscar el sentido
pero todavía no ha aparecido.

Anna Donner Rybak © 2011

La Cajita


Amputación inminente,
¿Alguna posibilidad, Dr?
Vea, ya no es rojo
Es violeta.
¡No quiero!
¿No desea salvar su vida?

Despierto,
dicen he pasado
semanas inconciente.

Constato ausencias,
Mi cuerpo ha cambiado
No fueron mis piernas
Sustituídas
Por cola de sirena
No fueron mis piernas
Sustituídas
Por Nada.

Vidas que he engendrado
otrora mis pilares
otrora mis piernas
ahora sólo un
remate amorfo
Define el límite
de mi nuevo cuerpo.

¿Como vivir sin piernas?
Desespero
Calmate, - dicen
El tiempo te dará
la capacidad de resignación,

¿De mientras?
¡Quiero caminar!
¡Quiero correr!
Eso ya acabó-
No existe milagro
que devuelva
lo mutilado.

¿Qué hago?
¡Acepta!
Nada puedes hacer.
¡No puedo aceptar!
¡Hagas lo que hagas
ellas no volverán!
Cuanto antes te
resignes
Podrás comenzar
tu recuperación.

¿Por qué, Dios Mío?
Cosas que pasan
Fatalidades del destino
Tu nada prodrías haber hecho
para impedirlo.

Al menos mi memoria
no ha sido amputada
Tengo una cajita
Desde ahora
Será mi eterna compañera.

Abro la tapa,
toco un objeto tejido,
es un escarpín de blanca lana,
"Yo a tí te recuerdo"-
Fueron mis alumnos de los sábados
Quienes me hicieron
el primer obsequio
luego diagnosticaran
"Ud. está encinta".

Salen escarpines,
batitas de un mes,
batitas de seis
peleles,
los primeros vaqueritos,
con botón de pañalera.

Este es importante-
El vestido para el día
que cumplió su primer añito.

Hay una mesa enana,
y su silla compañera,
todo laqueado en blanco
con dos niños dibujados
en la silla,
en la mesa.

Allí trazaron las primeras líneas,
Armaron el primer rompecabezas,
Como le gustaba dibujar,
y dibujar,
A veces me decía,
¿Donde estás?
Ella, calladita, dibujaba,
concentrada.

Cuántas veces se sentaba
con dos añitos
bajo los escaparates de los libros
le llamaban la atención
su colorido,
A veces se perdía,
en la inmensidad de la tienda,
Pero la garantía estaba en la librería.

El disfraz de lobo
que mi pobre madre
tuvo que hacer de apuro
para la fiesta de fin de año

El disfraz estuvo listo
pero ella tenía miedo,
la maestra la apuraba
porque el número aguardaba.

Finalmente una transacción
de intercambio por una hamburguesa
hicieron que se pusiera
la ropa para la fiesta.

Primeras letras gracilmente deformes
MAMA, PAPA
se entendía bastante,
completado con dibujos de mujer y de hombre.

Cuadernos de
Primero
Segundo
Tercero
Cuarto
Quinto
Sexto.

El primer colgante
que un dragoncito
regalara,
anunciaba aquella
adolescencia,
sin conflictos,

Ahora salían tacos,
Botas,
Jeans,
"Mamá esto es lo que se usa"
Respondía ante mi incredulidad
"¿Así vas a salir?"
"¡Así salen todos!"

Quizá ya estés casada,
nunca más tuve noticias,
¿seré abuela?
Quizá ya lo sea,
pero perdóname,
ahora no sé donde vives
no puedo llevar a mi nieto
y darle todos los gustos
consentirlo hasta el hartazgo,
perdóname, no te veo.

Ahora yo vivo
en la ciudad de la niebla
sólo veo un poco
más allá del confín
de lo que me rodea.

Me desplazo en silla de ruedas
a eso me he acostumbrado,
yo sobreviviré,
gracias a tu cajita.

Anna Donner Rybak © 2011

Nace una Idea.


Yo había comenzado a incursionar en el arte, desde temprana edad, (siete años), en el Taller de Expresión Plástica "La Gaviota". Hice dibujos en tinta china, esculturas en cerámica, máscaras en papel maché, y mis primeras pinturas al óleo. Ir al taller era una fiesta, salía de la escuela (Colegio Nacional José Pedro Varela), y a dos cuadras por la calle Colonia, aquellos mágicos miércoles, tenía mi clase. Los arquitectos Elena Porteiro (quien luego fue mi docente en la facultad de arquitectura en la materia Expresión Plástica) y Tino Manta, eran mis maestros. En el mismo lugar, se gestaba en aquel entonces "Canciones para no dormir la Siesta", en la Gaviota trascurriendo el año 1975, Martín Buscaglia eran un niño rubio que tenía alrededor de un año, Nancy Gughich tenía grupos de Expresión Corporal. Susana Bosch y Horacio Buscaglia también tenían un espacio en La Gaviota.

Los años negros de la dictadura, robaron a El Galpón su teatro, teniendo que pasar todos a la clandestinidad, y llamando a esa sala (¡Milicos Atrevidos!) 18 de mayo. Canciones para no dormir la siesta estuvo dormido, valga la redundancia, en aquellos años negros. Mi valija de óleos, que hoy conservo me la regaló mi padre, en 1978. Me acompaña desde entonces a la fecha.

Mucho tiempo después, sentí la necesidad de volver a conectarme con mi ser.artista.

Fue entonces que ingresé en le Taller del Maestro José Arditti, en una hermosa esquina con vista a la plaza Zabala.

Allí conocí a Gerardo, ya entonces él pintaba como los Dioses, los recuerdo que tengo suyos de aquella época era su paciencia infinita para dar aquellos acabados perfectos a sus obras (ya entonces Gerardo era surrealista), aquellos cuadros eran perfectos, ni una línea de más, ni una línea de menos.

Compartimos en los años 1988 y 1989, Gerardo era el apoyo, el que me ayudaba a darle el toque a "esa cara de mujer" que parecía una croqueta, porque estaba dura, o su nariz, ojos y boca, desproporcionados.

Gerarado partió rumbo a Ibiza en el año 1990, yo seguí un tiempo más en el taller, realizando la exposición colectiva en B'Nai Brith, con los artistas Bernardo Korzeniak, Corina Epis, Miguel Vincens, Alicia Zabala, y yo.

Cuando fui madre, abandoné la pintura.

Muchos son quienes me dicen que debo de volver.

Ahora estoy abocada a la literatura, y primero ni se me había cruzado por la cabeza la idea de volver a pintar. Pero me ocurre un extraño fenómeno. Primero fueron dos cuadros para la conmemoración del primer año de Espacio Mixtura, luego, participé por Espacio Mixtura en el día del Patrimonio, con dos obras, en el Rincón de la escritora, artista plástica y cantante Adelaida Fontanini.

Más adelante, Adelaida un día me preguntó: ¿Anna, tú tenés diez cuadros? - Si- Quiero hacerte una exposición individual. Fue realmente maravilloso, y estuve en el Rincón de Adelaida Fontanini en el Mercado de la Abundancia con ocho obras.

Más adelante, Ruth Devita, presidente de Plásticos Unidos, me ofreció unirme. No lo duré. Era mi momento. Participé de una exposición colectiva en el Palacio Legislativo, otra en el Casmu, y de una individual en la bombonería Natty Bom.

Me entrevistaron en CX46 Radio Fénix, donde expuse qué era lo que me inspiraba a la hora de La Creación. Un paso he dado, antes ni consideraba la posibilidad de volver a los pinceles. Ahora, lo considero un poco más.

Reencuentro con Gerardo. Año 2010.

Sara Yahni, dio conmigo porque se estaba organizando un homenaje a la obra de José Arditti, un hombre que nos dejó con tantas cosas por pintar, por gritar, por mostrar... tenía cincuenta y cuatro años. Ya casi han pasado veinte años de su desaparición física. Por momentos me resulta increíble, parece que fue ayer, que fuimos a ese medio tanque luego del vernissage en B'Nai B'Rith, y luego esa mesa larga, festejando nuestros futuros.

Fue todo uno. Sara me contactó, me contó del homenaje, al cual por supuesto me uní. Y un día le pregunto a Sara: ¿Tú te acuerdas de Gerardo Marcorighi? - Si - Respondió.

A la semana, Sara me escribió diciedome: "Anna, di con Gerardo Marcorigui, esta es su web page". Una emoción se apoderó de mí, y así retomamos contacto.

Veinte años han pasado. Hace más o menos una semana, se me ocurrió escribir poesías asociadas a las obras de Gerardo.

Lo que resultó nos gustó a los dos.

Entonces, charlando ayer, se nos ocurrrió crear este espacio, el cual por supuesto es abierto, no sólo se trata de mostrar nuestras obras, sino de crear un ámbito para pintores que recién comienzan, sólo nos deben de enviar su nombre, currículum y foto de las obras, que Gerardo y yo asumimos el compromiso de difundirlos.

Cabe destacar que Gerardo hoy vive de su arte, es realmente un genio surrealisa.

Así que por acá los esperamos a todos.

Gerardo Marcorigui- Anna Donner Rybak

Pasado Velado


Sea una recta
Sea un punto
Sea un punto en la recta.
(Punto que indica
Donde hoy
estás parado.)

Tiempo: Presente
Modo: Indicativo
¿Cuanto dura el Presente?

El Pasado es Eterno
Comenzó con el Universo
El Futuro es Eterno
Finalizará con el Universo
El presente es tan solo
Un instante
Una décima de nanosegundo
imposible de ver
sin un microscopio

Entre dos eternos,
Pasado
Futuro.

Cuando empecé
a escribir tu poema
ya es tiempo pasado.

Cuando termine
de escribir tu poema
será dentro de algunos intantes,
será tiempo futuro.

¿Qué sucede con tu presente?
¿Acaso no comprendes?
Le debe su existencia
al pasado
Le debe su existencia
al futuro,
¿Por qué te empeñas?
¿Por que velas ambas eternidades?
¿Como podría existir un presente
sin antes haber existido un pasado?
¿Cómo podría existir un presente
si mañana no existe un futuro?
No te confundas con quimeras.

El reloj corre irreversible,
No puedes frenar
el tic tac del segundero,
¡Oh, cuanto quisieras tu hacerlo!
Pero eso no depende de tí,
El reloj sigue corriendo,
corriendo,
corriendo.

¿Y tú intentas demostrar
que sólo existe el presente?

No te confundas,
solo importa el presente,
pero existir,
existen
pasado,
presente,
y futuro.

¿Acaso estás pintando el balcón ahora?
Tu velas el pasado
porque la nostalgia
quema,
duele,
porque eres un ciudadano del mundo,
pero el paisito que has dejado atrás,
nunca lo olvidarás.

Como tampoco olvidarás,
Cuando pintaste tu primer balcón,
balcón de la Ciudad Vieja,
balcón de vestigios,
balcón de tristeza,
en mi país
qué pobreza,
balcón de pensión,
de la Ciudad Vieja,
no hay ni agua y jabón,
balcón de pensión,
de tu Ciudad Vieja.

Ahora de tu
amada
Ciudad Vieja
te separa un océano,
pero por más que
te separe una eternidad,
jamás dejará de existir,
este balcón,
balcón de tu ciudad vieja.

Balcón con quien comenzaste,
a Pintar la línea de tu vida,
Por lo que más quieras,
No veles
ese balcón de TU Ciudad Vieja.

Anna Donner Rybak © 2011

Mujer Rota


Tu ayer fue con lápiz
Pasible de ser
Borrado
Re.trazado
Retratado.

Hoy con acuarela
Insinúas,
Con tinta china
Afirmas,
Con rapidograph,
Confirmas,
Con oleo pastel,
Pides,
Con témperas fluorescentes,
Gritas,
Clamas
¡Denuncias!

Trazas La línea
Una vez más la trazas.
La última es
Segmento de recta
Y ante un porvenir
Porvenir virgen
Aguardas.

Con sorpresa,
Misterio,
Miedo,
A las incertidumbres
Vaticinadas en
Tu futuro.

No eres la misma
Nada es lo que era
Nada queda
Que al descubrir
Te sorprenda
Tan solo
Los fuegos fatuos
De la Nada.

Desesperas,
Todos se han ido,
Momentos,
Instantes Perfectos,
Sólo te acompaña
El hastío
Costumbre
Rutina,
Te han abandonado
Las sorpresas.

Lúcida implacable,
Ahora tienes
Certezas que matan,
Angustias de saber
Que por hacer
No queda nada.

Eres
Soledad
Pura
Dura,
Sólo te quedan
Tus monólogos.
Tu desolación Muda.

Lo que queda de tu día
Cuando ya no queda
Nada.

Anna Donner Rybak © 2011

Arrebato


-¡No hable! ¡No la puedo pintar! ¡Al menos no tiemble! ¡Cállese! ¡A qué vino! ¿Por qué se ha ofrecido a ser mi modelo? ¡Me hace perder tiempo! ¡Me hace perder el tiempo!
-¿El señor no quiere perder tiempo?
Ella camina lentamente, y se mete dentro del cuadro.
-¡Salga de mi obra! ¿No ve que la estropea?
-¿No quería Ud. ganar tiempo?
¡Ya no hable! ¡Ya no la quiero pintar! ¡Ahora tengo que recortar su silueta! ¡Ud. se ha entrometido donde no ha sido invitada!
-¡Ud. es un iluso! ¿Acaso cree que si pierde menos tiempo se hará inmortal? ¡La muerte lo espera y Ud. cree en quimeras!
-¡Cállese ya! ¡Váyase!
-¡Farsante! ¿No ve que no puedo salir? Sus obras son cárceles, ¿No ve que no puedo salir?
¡No sea tonta! ¡Salga así como entró! ¡Salga inmediatamente!
-¡No sea cruel! ¿No entiende que no hay salida?
-¿Se burla? ¿Cómo Ud. entró?
-¡Ud. sabrá!¡Me quiere retener por la fuerza!
-¡Tonta! ¡Salga Ya!
El furioso, trata de despegarla, y queda petrificado
Irremediablemente, tiene a la mujer ahí dentro.
Para siempre.

Anna Donner Rybak © 2011

Una plaza, un pomo de óleo y El Maestro.


(Homenaje a José Arditti.1938-1992)

I. La Vida

i)

Hoy es viernes.
Camino presurosa,
tan sólo dos cuadras,
qué ansiedad.

Dos cuadras,
desde mi departamento,
sito en Sarandí
entre Colón
y Pérez Castellanos,
al Taller.

Situado
en la plaza
de mi infancia,
una vez
me lastimé
la rodilla,
y la tía Krashe
se pegó
un susto
bárbaro.

La Plaza Zabala,
permanece
inmutable
con el paso
del tiempo.

Su monumento
central,
con escaleras,
las cuales
tantas veces
subí y bajé
corriendo.

Las palomas,
a quienes tenía
un miedo bárbaro,
creía no sabían “manejar”
y chocarían conmigo
cuando volaban.
El banco de hierro.

Pero
por sobre
todas las cosas,
esas rejas
la demarcaban
con suma elegancia.

Esas rejas eran
“Las Rejas
de la plaza Zabala”,
porque no hay
otras en Montevideo.

Una esquina:
Alzáibar
y Circunvalación
Durango,
nombre
de la calle
que rodea
nuestra amada
plaza Zabala.

No podría
haber existido
lugar más perfecto
para emplazar
El Taller.

Pintar
mirando
los árboles
de la plaza
a través de
esos ventanales,
aquellas tardes
de invierno,
viendo caer
las hojas
color ocre
de los plátanos.

Ir al Taller
del Maestro,
era una fiesta.

ii)

El caballete,
cubierto
de capas
de óleo
multicolores.

El olor
a trementina,
a esmalte,
las planchas
“Duravor”,
tener
los dedos
negros
de trementina
y aceite,
sentirme feliz.

La paleta
con un alto
impresionante,
los lugares
donde yo
preparaba
los colores,
la del Maestro
aún era
más alta.

La mía
era redonda,
me la regalaron
mis padres,
cuando niña,
junto
a una valija
de óleos,
y pinceles largos,
en los tiempos
que yo pintaba
en el Taller
La Gaviota.

Ahora,
no tan
niña,
más bien
señora,
nuevamente
esa Valija,
me acompaña
al Taller
del Maestro.

Es
una valija
de madera
con pomos
de metal
de óleos.

La primera vez
abrí uno de ellos,
y me sorprendí.

La pintura
estaba aún fresca,
y yo
ya no era
una niña.

iii)

Cuando llegamos
al Taller
por vez primera,
mi amiga Silvia,
y yo,
El Maestro
nos hizo sentar
a cada una
frente
a un caballete.

Nos dio
una
pequeña
imagen,
no recuerdo
si dibujo
o fotografía,
y la consigna
era reproducirla.

A mí
me tocó
la de un bote.

El Maestro
me enseñó
las pinceladas
del agua,
y las pinceladas
del cielo.

Debajo
de los botes,
siempre debía
de existir
el Reflejo
en el agua.

Era una especie
de bote
hecho
con pinceladas
de agua.

Aprendimos
a acercar
y alejar
objetos.

Todo
mediante
la técnica
del color.

Los lejanos
llevaban
sombras
oscuras,
los cercanos
tintes
de luz,
quizá
en blanco,
o amarillo,
depende
de cual
fuese
la temática.

Así,
eran
iniciados
los alumnos.

Reproduciendo
una imagen.

iii)

Pero,
en algún momento,
de ese ciclo
de reiteraciones
de imágenes
de otros,
nos llegaba
un “clik” certero.

¡No!
No quería
pintar
esa imagen
con esos colores,
le quería
dar otros.

Era
entonces,
que había
comenzado
La Creación,
desapegándome
lentamente
de la reproducción fiel
de la creación
de Otro.

iv)

La culpa
de mi “click”
la tuvo
un cielo.

Un
aburridísimo
cielo
celeste,
me compadecí
tanto de él
y lo quise
poner contento;
entonces lo
hice violeta.

El Maestro
preguntó
sorprendido:
¿Por qué
el cielo
es violeta?
, Porque
así
me gusta.

A partir de ese
instante inicial
de Creación,
una ebullición
de entornos raros,
y colores
muy brillantes
emergían
de mi inconsciente.

Mujeres
de pelo azul,
sin ojos
nariz
ni boca.

Cielos
violetas,
verdes
y anaranjados.

Escenas
de payasos
en Carnaval.

Mi creación
era un escenario
completo,
sea puerto,
carnaval,
o pareja.

Yo
Elegía
los colores,
MI PALETA
DE COLORES,
se hizo mía,
me identificaba,
era uno
de
los componentes
de
MI ESTILO.

iv)

Cuando El Maestro
detectó que yo
había descubierto
la Creación,
no cabía en sí
de gozo.

Ansiaba ver
qué otra
extravagancia
se me ocurriría,
qué colores
le pondría.

Eran creaciones
fantásticas,
no existían
reglas
de perspectivas,
podía
combinar
una fachada
lineal,
con un objeto
con volumen,
en MIS reglas
estaba permitido.

Había
encontrado
El
Camino.

v)

Dejaron
de ser
40 x 50,
para ser
50 x 60,
y luego
70 x 80,
aquello
no terminaba
más.

Me gustaba
hacer
las lunas
como
El Maestro.

Delimitaba
el haz de luz,
trazando
dos tangentes,
y los colores
variaban
en esa frontera
entre la luz,
o la sombra.

Las marinas
del Maestro
eran su obra
más preciada.
Todas
ineludiblemente
tenían,
más lejos,
o más cerca,
el adorado Cerro
de Montevideo.

vi)

Esto
no era
un hecho
casual.

Así
como yo
desde
mi dormitorio
veía
la bahía,
los barcos
y el cerro,
y esa vista
me proporcionaba
una tranquilidad
y paz
absoluta,
seguramente
El Maestro,
habiendo
vivido
en
La Ciudad Vieja
hubiese tenido
la misma
sensación.

vii)

El Maestro
eran sus marinas,
sus lunas,
y sus cerros.

Sus marcos
de la calle
Washington,
en oro o plata
dorado a la hoja
y el inevitable
“pasparteau”
en el medio.

II. Lo Eterno

viii)

El Maestro
nos dejó
tan joven.

La muerte
se lo llevó
demasiado
temprano.

Pero,
si uno
camina
por la plaza
Zabala,
ahora llegando
por Sarandí
Peatonal,
dando la vuelta
por Alzáibar,
El Espíritu
del Maestro
allí
permanece,
inmutable,
a través
de sus marinas.

ix)

Quién sabe
donde
estén ellas,
quizá
en la pared
de algún
Coleccionista,

quizá
en la pared
de una pareja
que la recibió
como regalo
de casamiento,

quizá
en La Galería
Latina.

Pero
sea
donde sea
que estén
esas marinas,
las marinas
del Maestro,

El Espíritu
del Maestro,
habrá
trascendido.

El Maestro
no pasó
en vano
por acá.

Dejó huella.

En sus marinas,
en los corazones
de los que
tuvimos
el placer
de compartir
aquellas clases
en el Taller
de la plaza
Zabala.

El Maestro
entró
en Lo Eterno.

Allí
comparte espacio
con Leonardo,
Van Gogh,
Chagall,
Torres García,
Monet,
Manet,
Kandinsky,
Dali.

Todos juntos
han entrado
en la INMORTALIDAD.

Anna Donner Rybak © 2010.

Yoes


-¿Qué te pasa?
-Hay cosas que no entiendo.
-¡Ya sos grande!
-¿Seré ingenua?
-Te lo voy a decir: tenés que aprender a soltar lo que te hace daño.
-¿Y cómo se hace?
-¡Qué sé yo! No darle tantas vueltas a las cosas.
-Es que hay cosas que me indignan y no puedo controlarlas.
-Sí, ya sé que no te doy tregua, que te hago analizar todo.
-¿Y por qué me venís con eso ahora si vos no me dejás soltar?
-No sé. No sé si está bueno dejar correr.
-¿Vos no sabés?
-Mejor dicho, es una paradoja. Soltar es de algún modo, dejar correr, es no decir ¡No!, y eso es igual a decir Si. Creo que igual te prefiero así, enredada y recursiva, que siendo cobarde.
-Sí, es muy agotador decir la verdad y hacerse cargo.
-Sí, siempre te estás metiendo en problemas.
-Sí, porque hago cosas por los demás, y no solamente no las entienden, sino que las malentienden, y no sé ¿será que ellos preferirían dejar correr?
-No está bueno que le muestres el espejo a todos. No se lo pueden bancar.
-¿Por qué? Yo, me lo banco.
-Vos. Pero vos sos rara.
-Ya sé, debería ser más “normal”.
-Qué se yo, sí, y no.
-No te entiendo.
-Si fueras más normal, estarías amputando parte de tu esencia, y serías inauténtica, serías parte de la masa, no tendrías tus características inconfundibles que te definen como sos, serías una mera imitación. Pero no te diría nadie que siempre te estás metiendo en problemas.
-Es que te digo la verdad, prefiero ser YO así, metida en problemas, defendiendo lo que es justo, no dejándome avasallar, ni basurear. A veces exagero, pero lo cierto es que quien me lastima, comienza una guerra, y no paro hasta dejarlo muerto en el campo de batalla. Y siempre Gano.
-¿Pero vale lo que cuesta?
-Para mí, SI.
-Pero los demás creen que sos rara, o quizá alguna otra cosa peor.
-Para mí es un mérito ser rara, no ser parte de una masa informe, de cobardes que piensan en quedar bien o mal con fulano, antes de actuar, si yo estuviera encerrada en una persona así, creo que terminaría en el más absoluto de los hastíos.
-Está bárbaro, pero tenés que balancear. Las pequeñas cosas no merecen una guerra, es mejor dejar correr.
-Pero entonces estaría aceptando algo que me lastimó.
-Pero algo chiquito…
-No importa. Yo no acepto NADA que me lastime.
-Bueno, entenderás entonces por qué siempre estás en problemas. Siempre hay cosas que lastiman. Vivimos en El Mundo y El Mundo es Así.
-Hay días, que me encantaría apagar la llave, y descansar.
-¡Hacelo!
-¡No puedo! ¡Vos no me dejás!
-Si vos querés, de ahora en adelante no te molesto más, vas a estar tranquila y no te vas a meter nunca más en problemas.
-No estaría mal.
-Pero eso no es gratis.
-No te entiendo.
-No serías vos, serías una más en un amasado que no destacaría, pasarías a ser Común.
-¡Ah, no! ¡De ninguna manera quiero ser común!
-Bueno, entonces tenés que seguir así. Vos elegiste no ser común, y no ser común es meterse en problemas, vivir Guerras.
-Todos me dicen que me enrosco demasiado.
-¿Todos? ¿Quiénes? ¿Los Comunes? ¿Te importan ellos?
-No.
-Lamentablemente, tener tu tipo de esencia es agotador. Pero no podemos modificar nada, porque ya no serías vos, ese conjunto que Encanta.
-¡Ah, no! ¡Yo quiero seguir Encantando!
-Por eso mismo es que te atosigo. Por eso mismo es que hago que pelees todas las causas hasta que tu enemigo muere en el campo de batalla.
-Por eso dicen que soy mala.
-¿Quién lo dice?
-¡Todos!
-¿Todos?¿Quiénes?¿Los Comunes?¿Te importan ellos?
-No.
-Sos muy muy mala, una pérfida bruja insensible, sin corazón, que va por el mundo y perdóname la redundancia, va dejando corazones sangrando por donde pasás.
-¡Es Terrible!
-¿Por qué?
-Porque es feo ser mala.
-¿Ser mala para quién?
-Ser mala para ellos.
-¿Quiénes?
-¡Todos!
-¿Todos?¿Quiénes?¿Los Comunes?¿Te importan ellos?
-No. Pero a todos no les gusta la gente rara con problemas.
-¿Todos?¿Quiénes?¿Los Comunes?¿Te importan ellos?
-¿Se te rayó el disco? ¿No te alcanza con las torturas diarias que me repetís cada dos minutos lo mismo? ¿Me estás tomando el pelo?
-No. Te digo la Verdad.
-Pero me agotás, con la Verdad.
-Bueno, pero vos no querías ser común, ¿verdad?
-Verdad.

Anna Donner Rybak © 2010
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